Perdón por no haberlo subido antes. Pero una sóla palabra bastará para explicarlo, "fibertel".

LÉEME.
Hay un vídeo  que es una exposición de lo que hicimos, como no pudimos mostrar en vivo la instalación, lo hicimos de tarea. Intento desde ayer subirlo, pero la conexión se cae. Lo llevamos esta tarde a clases. Acá subo un poco de lo que relatamos en el video. 

Analizando su obra encontramos 2 grandes momentos, el primero, su etapa dogmática, la cual se puede sub-dividir en, antes del manifiesto y después del manifiesto. Con la intención de "transponer" de alguna manera, la esencia de esta etapa, es que decidimos armar esta especie de <shooting moment>, en el que conectamos tres cámaras a una misma computadora. El manifiesto es estricto. La idea del Dogma95 era romper con la estandarización de la producción cinematográfica  principalmente la de Hollywood, con los efectos especiales, contra los géneros y el alejamiento de la realidad, de una buena historia sin artificios. Con la tecnología de la época, el vídeo digital, declaraba el manifiesto que, "cualquier persona puede hacer una película", Lars sostenía que es necesario un buen guión y que eso debía bastar. 
Lo que nos propusimos con la idea de las cámaras, era que nuestros compañeros agarraran cada uno una (aunque claro que eran webcam y eso lo hacia no solo precoz, sino incomodo) y que se improvisara algún tipo de escena, sin importar el contenido, lo que importaba era filmarlo, al estilo dogma, con luz natural, con cámara en mano, sin efectos, en color, sin alteraciones de tiempo ni espacio. En el dogma no importaban las reglas sobre cómo filmar algo, por lo que todo lo que supuestamente se habría grabado, podría montarse sin problemas, sin importar los cambios de temperatura color, las zonas de luces y de sombras, eje, etc. 
El dogma95 no permitía que el director salga en los créditos, renunciaba al concepto de autor. Entonces, todas las películas dogmas, pertenecían al dogma. No al director. La computadora vendría a ser esa suerte de "dogma", donde no importa quién filmo, está ahí en la computadora, ella lo contiene y lo codifica. 
La segunda etapa de Lars, es aquella en donde se convierte en un pecador para el manifiesto, se aleja de la vanguardia y ésta va desapareciendo. Lo que mantiene Trier, hasta ahora, es que en sus películas, lo que motiva el conflicto, la representación y/o la intención es siempre psicológico. Lo más importante pasa siempre dentro de la cabeza de los personajes. Es así que hemos denominado su etapa post-dogma como "drama psicológico". El video que presentamos intenta de alguna manera, encontrar esos recursos que usa en sus películas, sobretodo desde "Bailar en la oscuridad". La división en capítulos, la tensión sonora, los cortes duros y la despreocupación por hacer el film transparente. 
Hay entre estas dos grandes etapas (hay más, pero están contenidas dentro de éstas dos) cambios en la técnica, en lo que él esperaba generar en el público y la crítica, pero se mantiene la temática oscura, psicológica, de personajes verticales y extraños. O quizás no son tan extraños, pero su manera de mostrarlo, los despega un poco de esa "normalidad". 
Lars Von Trier es un transgresor, cuando el cine se estaba quedando sin revolución y se extrañaba a Godard, él junto con Vinterberg crearon el dogma95, borrachos y entre risas, porque ese es Lars Von Trier, un revolucionario, no sólo con proponer cámara en mano, montaje desprolijo, sonido real, es un revolucionario, porque no sólo por eso es importante para el cine, sus películas del siglo XXI también transgreden las normas, la manera de contar y son tan hermosas, como insoportables. 
Melancholia es una de mis películas favoritas. Mis amigos me preguntan de vez en cuando, qué película ver. A 3 les dije que Melancholia. Una me llamo y me insultó, "perdí 2 horas de mi vida, que película de mierda". Otra me dijo, que se durmió, "que fea salia Kirsten Dunst, horrible". El tercero sólo me dijo, "increíble, quiero más". Simple.
El dogma95 fue tan aceptado como destrozado, "es porno con estilo"; "creen que haciendo cualquier cosa sigue siendo cine, Cannes está perdido", "el cine necesitaba de dogma95" ("El título de este libro es Dogma95", Richard Kelly). 

La idea de nuestra transposición pasaba por mostrar la intención con la que Von Trier se destacó del resto. Acompañándolo con una muestra de su etapa más reciente, porque está clarísimo que si vemos "Los idiotas" y luego "El anticristo", no pensariamos que es del mismo director. Simplemente porque está muy marcada la estética en los dos, y en un análisis superficial no salen a la luz las semejanzas. Pero están ahí. En toda su filmografía. 

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